Cultivado en las montañas de Caranavi (1300–1800 m), este café se destaca por su dulzura natural, acidez equilibrada y una aromática vibrante. Su perfil de sabor incluye notas de chocolate con leche, frutos rojos y miel, con un cuerpo sedoso y un retrogusto prolongado. Se despliega perfectamente en V60, Chemex o Aeropress, y también es adecuado para máquinas de café automáticas, destacando su pureza y sofisticación. Es la elección ideal para quienes buscan un café aromático y complejo.